Nervenses por el mundo se reencuentran en su pueblo natal
Descargar PdfAlrededor de 200 nervenses por el mundo han vuelto a coincidir en su tierra natal con motivo de las fiestas patronales en honor a San Bartolomé gracias al grupo de Facebook del que forman parte casi 4000 personas. En esta ocasión, el lugar de encuentro ha sido el marco incomparable de La Rocalla, donde los participantes han podido degustar una exquisita cena al aire libre en compañía de familiares y amigos.
Según informa Juan A. Hipólito para Onda Minera RTV Nerva y Huelva Información, se trata de la cuarta ocasión en la que estos nervenses repartidos por diferentes puntos de la geografía internacional se reúnen en Nerva, como cada agosto, para reafirmar la relación de amistad que mantienen durante todo el año a través de las redes sociales y constatar el nervensismo que siguen practicando más allá de su lugar de origen.
Este es el caso de Idalio Colinet, nervense afincado en Rosario, Argentina, desde hace casi 70 años, que vuelve a cruzar el Atlántico, tal y como hizo hace tres años para ver en vivo el ascenso de categoría de su querido Nerva CF. “Han sido más de 28 horas de vuelo en tres aviones diferentes, pero merece la pena. Seguiré viniendo mientras pueda porque a pesar de Internet no hay nada como poder verse cara a cara con los paisanos”, afirma.
Colinet es empresario. Está casado. Tiene dos hijos y dos nietos, todos argentinos. Y a pesar de llevar toda la vida en Argentina, sigue conservando su nacionalidad española, como única patria reconocida. Su partida de Nerva en 1950, siendo tan sólo un crío, le quedó profundamente marcada. “Aún veo al hermano de mi madre correr por el andén de la estación de tren para despedirnos y jamás me olvidaré de los 16 días que pasamos embarcados cruzando el Océano”, recuerda con lágrimas asomándole a los ojos.
“Mientras pueda seguiré viniendo”. Esta ha sido la frase más repetida en el cuarto encuentro de nervenses por el mundo celebrado en la localidad minera. Nico y Pedro, que celebran durante estos días sus 43 años de matrimonio coinciden con la mayoría. “Es una satisfacción muy grande estar en Nerva. Mientras podamos, seguiremos viniendo, pero no de forma definitiva porque los hijos y los nietos tiran mucho”, aseguran.
Sin embargo, también hay quienes han decidido quedarse para siempre en Nerva, como es el caso de Ameli Pajares y su pareja, Asen Mora, residente en Barcelona prácticamente desde los 18 años. “Me fui con 10 años a Venezuela y después de 50 años regreso a mi pueblo para siempre”, comenta Ameli.
En este encuentro no falta el reencuentro entre viejos amigos. Pernil y José López Palomar no ocultan su satisfacción. “Me lo paso bomba con gente que no veía desde hace tiempo”, asegura Pernil. “Ahora estoy jubilado y sigo todo lo de Nerva por las redes sociales. En mi casa no falta la torre y el escudo de Nerva. Me marché con 16 años”, recuerda López Palomar.
A Antonio y Gregorio les une el fútbol. Ambos, exfutbolistas del Nerva CF recuerdan cómo era el deporte del balompié en sus tiempos y se alegran de vivir los 100 años que celebra su equipo esta temporada. “Creí que no lo iba a conocer y aquí estamos. He visto a personas que hacía 40 años que no veía. Gracias a las redes sociales nos encontramos de nuevo en nuestro pueblo. Ya estoy contando los días para volver el año que viene”, comenta Gregorio.
Muchos de los nervenses por el mundo presentes en el acto, la mayoría afincados en Barcelona, han seguido con preocupación y consternación el doble atentado terrorista perpetrado en tierras catalanas. De hecho, antes de comenzar la cena, se guardo un respetuoso minuto de silencio en memoria de las víctimas. “Ha sido todo muy dramático e impactante. Nerva tiene una relación muy estrecha con Barcelona desde hace décadas. Toda nuestra solidaridad y apoyo”, aclara el administrador del grupo Juan Carlos Domínguez.
Por su parte, el alcalde de Nerva, José Antonio Ayala, presente en el encuentro, ha destacado la importancia de este tipo de eventos que permite el reencuentro de tantos nervenses repartidos por el mundo coincidiendo con las fiestas grandes de la localidad minera. “Esto es Nerva en su más pura esencia. Las nuevas tecnologías, bien utilizadas, facilitan este tipo de cosas. Yo estuve trabajando cuatro años fuera después de aprobar las oposiciones y estaba deseando volver a mi pueblo. En cuanto pude coger la plaza no me lo pensé dos veces. Por eso entiendo perfectamente los sentimientos que durante estos días aflora en los nervenses que viven a cientos de kilómetros del pueblo que los vio nacer”, concluye.
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