Víctima 160
Descargar PdfTardará algún tiempo en identificarse o quizá no se pueda llevar a cabo nunca por el mal estado en el que han aparecido sus restos óseos, pero la víctima número 75 de la fosa común norte del cementerio de Nerva, la 160 del total de restos recuperados hasta ahora, junto a los 85 de la fosa sur, ya está fuera del hoyo al que la arrojaron hace 86 años.
Al igual que en casos anteriores, los restos óseos de esta nueva víctima, a la que arrebataron su identidad tras la entrada en Nerva de las tropas sublevadas a la II República en 1936, han aparecido boca abajo, con los brazos extendidos y un desnivel considerable entre sus pies y la cabeza. Los huesos de los brazos se cruzan con los de las piernas de otra de las víctimas aparecidas en este nuevo grupo de ocho, la que hace el número 74 de la fosa norte.
Los proyectiles y casquillos de arma corta y fusil aparecidos junto a estos restos, que señalan inequívocamente a sus verdugos, contrastan con lo que queda de los lápices, minas, y plumas estilográficas aparecidos junto a los cadáveres, objetos que ponen de manifiesto el nivel educativo de las víctimas en una época marcada por el alto índice de analfabetismo en zonas rurales.
El puñado de perras gordas y chicas, como se denominaban a las monedas españolas de 10 céntimos y 5 céntimos de peseta de finales del siglo XIX y principios del XX, además de algún que otro duro de plata, aparecidos entre los restos, indican también la premura con la que arrebataron la vida a estas personas, a las que ni siquiera se molestaron en registrar antes de pasarlas por las armas.
El arqueólogo Cristóbal Alcántara apunta a un nuevo grupo de restos óseos debajo de los últimos cuerpos exhumados: “Ya pueden apreciarse la suela de algunos zapatos y huecos entre las extremidades de los últimos que apuntan a otro grupo de víctimas debajo de las últimas exhumadas”.
El director del equipo de arqueólogos que trabaja en las fosas comunes del cementerio de Nerva desde finales de 2017, Andrés Fernández, adelanta que “aún podrían aparecer otras setenta víctimas en lo que resta de trabajos”, y destaca el alto número de mujeres que continúan saliendo de entre los restos de las víctimas, muy por encima de la media de otras exhumaciones. También subraya el número de proyectiles recuperados de las fosas, por encima de la media. “Estamos recuperando prácticamente un proyectil por víctima, tanto de arma larga como corta, lo que indica que la mayoría de las víctimas eran rematadas con un disparo en el cráneo, después de fusilarlas”, aclara.
El alcalde de Nerva, José Antonio Ayala, no deja de sorprenderse por la cantidad de mujeres que aparecen entre las víctimas y la forma en las que fueron ejecutadas: “Hay muchas más mujeres de las documentadas en principio, y muchos más proyectiles. Se han encontrado casquillos dentro de las fosas”.
Para Ayala, “esto nos tiene que hacer reflexionar sobre el panorama político tan crispante que estamos viviendo, con una política de muy bajo nivel y palabrería de exmilitares, que no ayudan en nada a garantizar la no repetición de unos hechos terribles. La nueva Ley de Memoria Democrática se tiene que hacer valer y no permitir determinadas posturas en contra de la recuperación de esta memoria”.
El primer edil nervense, que agradece el trabajo realizado por el equipo de arqueólogos, así como la ayuda prestada por parte del Estado y la Diputación, está firmemente convencido de zanjar una de las páginas más luctuosas de la historia local en lo que le queda de mandato. “La intención es finalizar la exhumación en este mandato. Después, quedaría la dignificación de las víctimas en una especie de mausoleo visitable para reflexión de futuras generaciones”.