Inician la apertura de las fosas comunes de Nerva
Descargar PdfUn equipo de arqueólogos e historiadores dirigidos por Andrés Fernández ha iniciado la apertura de las fosas comunes creadas hace más de 80 años en el cementerio de Nerva. La Coordinadora Cuenca Minera del Río Tinto por la Memoria Histórica es la principal impulsora de este proyecto que se pone en marcha gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Nerva y la financiación de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía.
Según informa Juan A. Hipólito para Onda Minera RTV Nerva y Huelva Información, se trata de una de la intervenciones más esperadas por el movimiento memorialista en tierras andaluzas. Las fosas comunes del cementerio de Nerva, según las investigaciones realizadas por diferentes expertos, pueden albergar a entre uno y dos millares de víctimas de la represión practicada por las tropas franquistas durante los sangrientos días de finales de agosto de 1936 en la Cuenca Minera de Riotinto.
En la localidad minera se sitúa el enterramiento común más grande de los 120 contabilizados en Huelva, la segunda provincia con mayor número de fosas de Andalucía. Se encuentra en el interior del cementerio municipal y ocupa prácticamente todo el muro de la fachada principal, de extremo a extremo, con más de 200 metros cuadrados, a excepción de la puerta de entrada que divide a la fosa común en dos parcelas: 140 metros cuadrados en la fosa norte y 83 en la sur.
Desde el momento en que se sepultó a la última víctima, las fosas han permanecido intactas hasta este momento a la espera de que algún día se abriera un proceso de exhumación que, por su extensión y número de víctimas, se convertirá en el más importante de Andalucía en zona rural. Precisamente, el proyecto que acaba de ponerse en marcha en Nerva contempla la evaluación de realizar una exhumación individual y ordenada en una segunda fase. Antes, el equipo de arqueólogos que ya trabaja sobre el terreno se encargará a fondo de la localización y delimitación perimetral de ambas fosas.
Para el recuerdo quedan grabadas a fuego y sangre cientos de historias humanas que han ido pasando de generación en generación, como la que protagonizan las víctimas de las tres cruces existentes en una de las fosas: Luis Ruiz, administrador de Correos; Arturo Albarrán, director de la primera emisora de radio local, y la niña de dieciséis años, Catalina Ramallo. Justamente en este punto es donde han comenzado los trabajos de localización y delimitación.
El equipo de arqueólogos que dirige Fernández se ha topado con las primeras evidencias apenas a 30 centímetros de profundidad. Se trata de los restos óseos de varios adultos, quebrados de forma violenta, y con señales de proyectiles en diferentes partes de lo que un día llegaron a ser sus cuerpos. La visión de las suelas de sus zapatos, indican claramente que fueron sepultados boca a bajo, unos encima de otros. Estos son los primeros resultados que se están obteniendo en apenas dos días de trabajo.